"A finales del siglo XIX, el maestro cervecero de Damm mantenía una bonita tradición durante las fiestas de Navidad. Por esas fechas, recogía las mejores materias primas para llenar una de sus calderas. Esta reserva con más sabor, era elogiada, pese a tener un grado alcohólico superior, por su inusual suavidad. Se solía compartir únicamente con los familiares y los amigos más cercanos. Hoy la regalamos con una reserva privada, una cerveza extraordinaria y singular para ser compartida con los mas queridos"
Se trata de una lager elaborada únicamente usando malta de cebada, agua, levadura y lúpulo, con un 6.5% de alcohol en volumen.
Mención especial merece su presentación, en botella de 1 litro con tapón cerámico que viene dentro de una bonita caja.
Notas de cata:
Preciosa!!! Haciendo honor a su nombre es una cerveza dorada y muy brillante, con una gran cabeza blanca y muy abundante, de burbuja compacta y persistente que le da una apariencia a crema y que deja en la copa un bonito encaje de Bruselas.
En nariz es suave, predomina el aroma algo dulzón de cereal y algo a lúpulo, pero ligero. Llama la atención la nitidez con que nos llegan los tonos.
Gran cuerpo, gasificación media-alta.
Es una cerveza sabrosa, en boca va de mas a menos, con una entrada fuerte, con carácter y un final largo y muy suave. Como pasaba en nariz los sabores son muy limpios y evidentes.
En definitiva se trata de una grandísima cerveza, sin duda una de las mejores que he podido probar y probablemente la mejor entre las lager. Mi valoración personal de esta cerveza es de 4,1
La lógica pregunta que todos teníamos en nuestra cabeza después de disfrutar de esta cerveza la formuló el amigo Pollo: "Si saben hacer una cerveza tan buena, ¿Por qué no la comercializan?"

