jueves, 23 de octubre de 2008

El Hobbit

"- Veo que han empezado a llegar. -dijo cuando vio en la percha el capuchón verde de Dwalin. Colocó el suyo rojo junto al otro y -¡Balin, a vuestro servicio! -dijo con la mano en el pecho.
- ¡Gracias! -dijo Bilbo casi sin voz. No era la respuesta más apropiada, pero el "han empezado a llegar" lo había dejado perplejo. Le gustaban las visitas, aunque prefería conocerlas antes de que llegasen, e invitarlas él mismo. Tenia el terrible presentimiento de que los pasteles no serian suficientes, y como conocía las obligaciones de un anfitrión y las cumplía con puntualidad aunque le parecieran penosas, quizá el se quedara sin ninguno.
- ¡Entre, y sírvase una taza de té! -consiguió decir luego de tomar aliento.
- Un poco de cerveza me iría mejor, si a vos no os importa, mi buen señor -dijo Balin, el de la barba blanca-. Pero no me incomodaría un pastelillo, un pastelillo de semillas, si tenéis alguno.
- ¡Muchos! -se encontró Bilbo respondiendo, sorprendido, y se encontró, también, corriendo a la bodega para echar en una jarra una pinta de cerveza, y después a la despensa a recoger dos sabrosos pastelillos de semillas que había hecho esa tarde para el refrigerio de después de la cena.
Cuando regresó, Balin y Dwalin estaban charlando a la mesa como viejos amigos (en realidad eran hermanos). Bilbo depositó la cerveza y el pastel delante de ellos, cuando de nuevo se oyó un fuerte campanillazo, y después otro."


El Hobbit. J.R.R. Tolkien

1 comentario:

Danielo dijo...

Muy presente la cerveza en Tolkien, en su mundo y en sus libros...y buena época en que los comentarios se hacian cara a cara delante de unas buenas pintas.
Saludos