"¡Ai! hijo mío . ¡Ai! dulce manojuelo de mis entrañas. ¡Ai! mi deseado, por quien mi voz con tino sube al cielo.
Ni yo al amor de hombre te vea dado, ni en manos de mujer tu fortaleza, ni en daño de los reyes conjurado.
Ni con beodez afees tu grandeza; que no es para los reyes, no es el vino, ni para los jueces la cerveza"
Proverbios. Fray Luis de León
miércoles, 26 de enero de 2011
Proverbios
Etiquetas: literatura
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