miércoles, 20 de junio de 2012

SVEN…

Por Jorge Bort
Blog BirrAntic


Sin vuelta atrás uno va cumpliendo años.
Y no por no deseado, en ocasiones, conjunciones estelares o puras casualidades hacen que la vida te depare ciertas jugadas que seguro con el tiempo van a ser referencia, ¡vamos!, trascendentes cuanto menos en mi parte cervecera.
Y si. Esta vez se dio.

The Drunk Monk (el monje borracho), evidentemente era conocido por mí. Pero eso, conocido, referencia de escritos y conocimientos… pero no había aún pisado sus instalaciones. (Aberración suprema para alguien que se las quiere dar de aprendiz y amante de la buena cerveza). Ya veis con ello, mi grado de verdadero conocedor de este líquido. Es más…, Sven es copartícipe conmigo en el mundo virtual de experiencias como “Gacetilla Cervecera”… pero no nos conocíamos. Vuelvo a hacer
hincapié en la escasa cultura cervecera de un servidor. Pues bueno… esas cosas que decía de las vueltas de la vida y demás palabrejas y frases hechas de las que solemos abusar. Ayer (día enmarcado ya como uno de mis días lupulizados), cayó mi cuerpo en posada de este Monje, a partir de ahora en mayúsculas. Si. Un regalo para “celebrar” esos años que van cayendo.
Puntualmente, llegamos a la Abadía, mejor, Monasterio de Sven el Monje. Y no hay más pérdidas de tiempo que los saludos de rigor de quien ha promovido el evento, y de quien va a ser la “víctima” de la tortura.

Entre medievos y vasallos que abarrotan el convento pasamos a la sala de torturas. Apartada, solitaria, lúgubre estancia pero llena de utensilios allí, fríamente preparados para los males que van a llegar. Paredes que te llevan los ojos de un lado a otro, objetos merecedores de la mejor… crueldad.
Jo!!! Y mi nombre en los papeles. Era yo el protagonista. No había escapatoria. Cual corderillo en el matadero.
Sven llega. Sven se presenta. Sven… comienza…
Ahhh… ya no se por donde mirar, ya sólo queda “sufrir” el castigo al que he sido merecedor… por no acudir antes a tremenda lucha.
Redención!!! Rendición!!!

Lista pensadamente escogida. Risas maléficas de la peor hechicera de los bosques. Cantillon Gueuze, Maagd Van Gottem, Mikkeller Koppi IPA, Millevertus l’ Amarante, Nogne India Saison, Pannepot 2010, Black Damnation Black Mes.¿Hay peor crueldad?

Y una hora, y dos y tres y hasta cuatro. Pero si hubieran sido cinco o seis igualmente mi cuerpo hubiera aguantado. Los reinos celestiales estaban de mi parte (era mi aniversario ¿no?).

Bendito Monge (en mayúsculas) el jodido Sven. Sólo una vez en mi ya un poco larga vida había sentido un “placer de sensaciones cerveceras” igual. Y casualidades de esas que digo, cuento y seguro no salen en ninguna prensa, el día anterior habían conjurado juntos Sven con el otro Mago de los hechizos, Carles de Agullons y Primero de Mediona. Menudo par de jodidos e irreverentes… MAESTROS.

No puedo precisar, no puedo destacar, no puedo discernir y no puedo reflejar todo el placer de la bendita noche que pasé en el Monasterio. Mi opinión pasará vagamente entre líneas o sueños de Morfeo, pero el placer y la sensación de sentirse bien, de disfrutar, de amar si cabe (que si que cabe) más este líquido entre los líquidos, no quedará en el vacío.
Posiblemente yo no sepa de matices, de técnicas, de mezclas o de historias. Pero quiero pensar que de lo poco que se es de sensaciones, y de gratitud.

Ayer fue un gran día de monjes. Borrachos o serenos. De clausura o perversos viciosos. Trapistas, benedictinos o que se yo!!!, si la religión tampoco es mi fuerte. Bendita secta.

Sven… gracias. Sven… Salud.

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