Ella y él siguen, rezagados,
a la viajera sombra de los pájaros.
De pronto, muy de pronto,
ven una casa que no existe.
En un verde baldío
ven gradas bajo el sol, un jardín,
ven niños de ambos sexos, flores
y una ventana, flores y una cocina.
Han visto bien, sin duda.
Han pasado unos años y la casa existe.
Es el fin del camino,
es la equis del croquis.
Es una lata de cerveza a las siete
y media de la tarde en el verano.
Es una riña conyugal, una familia,
un patio con su luna y su parrilla.
Poesía : 1991-1999
Rauskin, J.A. (1941-)
miércoles, 6 de octubre de 2010
Hogar
Etiquetas: literatura
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