Es cierto que no tenemos el periplo vital, ni la tradición de festivales cerveceros de otros países europeos. El Great British Beer Festival por ejemplo el año pasado tuvo más de 66.000 asistentes y se vendieron más de 200.000 litros de cerveza, o la cincuentena de cervecerías presentes en el Belgian Beer Weekend de Bruselas, que este año celebra su doceava edición los días 2, 3 y 4 de septiembre. Podríamos hablar de otras muchas citas en diferentes ciudades europeas, pero lo que nos interesa realmente es que también dentro de nuestras fronteras este fenómeno paralelo a la aparición de las micros, poco a poco se van afianzando y resurge cada año con nuevas citas justo con la llegada de los primeros días en que el sol comienza a calentar.
La temporada comienza este año el mes de mayo, el sábado 7 con la segunda edición de la Fira de Cervesa Artesanal Catalana a L’ Arboç, junto con otras dos nuevas citas que se presentan este año por primera vez, el Birrasana organizado por Cerveses Marina y el Ajuntament de Blanes el sábado 14 y la I Fira de Cervesa Artesana de Molins de Rei, organizada por la Asociación Zulogaarden y el Casal de Joves La Mola el siguiente sábado 21.
Después vendrán otras citas, como la ineludible y pionera Fira de Mediona el 11 de junio que este año cumple su sexta edición, o la de Jafre en julio, con la tradicional elección de la mejor cerveza artesana del año. Pero poblaciones como Torredembarra, Valls, Palleja, Vendrell y Hostalets de Balenya, entre otras, también tienen su propia cita cervecera con los aficionados, un claro reflejo del momento de expansión que vive el sector.
¿Es positiva esta proliferación? En principio puede parecer que sí, esta creciente oferta da la posibilidad al aficionado de poder elegir entre los cada vez más numerosos encuentros disponibles, pero hay que tener cuidado, la cantidad no implica necesariamente una mejora de la calidad.
Lo usual es que estos eventos se acompañen con música en directo, y aveces con puestos de artesanía y comida, pero no es tan habitual encontrar en ellos cursos, conferencias o sesiones de cata o maridaje. Son precisamente estas actividades que ayudan a difundir la cultura cervecera, las que deben proliferar para evitar que estas firas se conviertan en simples mercados cerveceros.
Deben tratarse de un juego participativo entre el público y el elaborador que tiene la rara oportunidad en estos encuentros de dar a conocer directamente al público sus productos, presentar sus novedades y a la vez recabar de primera mano la opinión de los aficionados, por eso es fundamental su presencia en ellas. Como aficionados, es decepcionante llegar a un stand a interesarnos por un producto o una cervecera y encontrar en su stand a un comercial que no puede aportarnos nada interesante, puesto allí con el único fin de vender... Para eso no es necesario hacer tantos kilómetros, ya existen las tiendas.
Por suerte para nosotros esto no es lo habitual, pero es lo que creemos que se debe evitar si queremos que unos festivales ideados en sus inicios para promocionar la cultura cervecera se conviertan a los ojos del aficionado en simples bazares cerveceros.
Hay que buscar fórmulas imaginativas y diferenciadoras, que sirvan para promocionar la cultura de la cerveza y que eviten que estos encuentros se puedan convertir en meras réplicas, solo cambiando la ubicación y la fecha de celebración.
La tendencia natural es que estos festivales sigan creciendo en número, así como en popularidad y aceptación, siempre que sepamos cuidarlos y hagamos de ellos verdaderas citas imprescindibles para todos los que amamos el mundo de la cerveza.
Eso sí, ahora que llega el buen tiempo no dejéis pasar la oportunidad de disfrutar de un buen rato entre amigos y cervezas en alguno de estos eventos dedicados a nuestra bebida preferida.
(+) Gacetilla Cervecera núm. IV
martes, 10 de mayo de 2011
Festivales Cerveceros
Etiquetas: gacetilla
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