Por Joan Villar-i-Martí
Blog Birraire
Italia, como buen país mediterráneo, tiene una tradición vinícola muy importante, lo que para los cerveceros se traduce como que no es un lugar dónde la cerveza haya tenido, históricamente, un arraigo importante. De hecho, en términos de alcohol ingerido per cápita por consumo de cerveza anual, Italia era en 2005 el penúltimo país de la UE, sólo superado por Luxemburgo. El consumo de cerveza, propiamente, fue en 2008 de 32 litros por persona al año, cifra muy baja aún habiendo registrado un aumento generalizado desde inicios del siglo XXI. Para tener una referencia, la media de la UE en consumo de cerveza es de 78 litros por persona al año.
Y es que hasta mediados del siglo XIX, en Italia la producción de cerveza no era más que una tarea doméstica, propia de pequeños territorios norteños, que por aquel entonces pertenecían al imperio de los Habsburgo. Fue a partir de este momento en que, de la mano de un austríaco llamado Peter Wührer, se estableció la primera cervecera comercial en Lombardía. En esta región y en Veneto surgieron varias iniciativas cerveceras a partir de esta primera, justo antes de que ambas regiones lucharan por su independencia contra los austríacos y se anexionaran, nuevamente, a Italia.
A finales del siglo XIX, Italia contaba ya con más de 100 cerveceras comerciales, un panorama que se iría desdibujando en el siglo siguiente con la entrada de las grandes cerveceras europeas en el mercado italiano.
Si alguna cosa ha quedado de aquella remota época ha sido la tradición de las regiones del norte, que en un país tan marcadamente vinícola han seguido produciendo y bebiendo cerveza. Y no es casualidad que en el contexto del boom que vive actualmente la birra en Italia, sean estas mismas regiones las que mayoritariamente tiren del carro.
Actualmente, Italia tiene uno de los movimientos de cerveza artesana más interesantes del mundo; por lo menos, les podríamos conceder el primer puesto en el ranking europeo. En poco más de un decenio, varias cerveceras artesanas italianas se han ganado la admiración de medio mundo con unas cervezas rompedoras en algunos casos, y muy bien hechas en muchos otros. Del triste y monótono panorama de birra que tenían los italianos no hace tantos años, han pasado a disponer de una asombrante variedad de estilos cerveceros.
Compañeros del “mundillo” que son italianos me comentan que, desde hace unos cinco años, la gente joven está apostando mucho por la cerveza cuando salen, o cuando van a cenar, y que cuentan con una cultura cervecera media nada despreciable. Actualmente, están abriendo multitud de tiendas de cerveza en las principales ciudades italianas, revolucionando todo un país y por influencia muchos otros.
Esta revolución no se puede explicar sin algunos nombres propios que ocuparán, en los siguientes números, alguna que otra página de la Gacetilla bajo mi nombre.
www.gacetillacervecera.es
jueves, 29 de septiembre de 2011
La Birra
Etiquetas: gacetilla
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