miércoles, 27 de mayo de 2009

B. Evaluación de la cerveza y el proceso de juzgar (VII)

(Continua de aquí)


Notas sobre la cata de cerveza


El sentido del gusto es muy similar al sentido del olfato. El sabor es el sentido a través del cual se detectan los componentes químicos de un sólido y la información acerca de ellos se transmite al cerebro. Las moléculas son detectadas por cuatro tipos de papilas gustativas que se encuentran en la lengua y la garganta. El sabor dulce se detecta en la punta de la lengua. Las partículas saladas se detectan en la parte frontal y los lados de la lengua. La acidez se detecta en los costados de la lengua hacia la parte trasera de la boca. Y el amargor se detecta en la parte posterior de la lengua cerca de la garganta. Además, dulzor, acidez y amargor pueden ser detectados en el paladar (es decir, el techo de la boca). Dado que todos estos sabores están presentes en la cerveza, es importante que los jueces recubran completamente la capa interior de sus bocas con la cerveza a la hora de evaluar y que la cerveza sea ingerida. Como es el caso de los receptores de olor en la nariz, diferentes personas tienen diferentes densidades de papilas gustativas y por tanto, tienen diferentes sensibilidades a los distintos sabores. Además, las papilas gustativas pueden dañarse (por ejemplo, ser quemadas por comida caliente o mediante la exposición a sustancias irritantes como comidas muy condimentadas, el hábito de fumar, u otros productos químicos), por lo que la sensibilidad de un juez puede verse disminuida hasta que el paladar se pueda regenerar (lo que tarda alrededor de 10 días). Los jueces deben ser conscientes de sus propias sensibilidades y tener en cuenta las posibles fuentes de daño a las que han estado expuestos recientemente a la hora de evaluar una cerveza. Además, las papilas gustativas pueden quedar insensibilizadas a determinados sabores por la presencia de rastros de otras sustancias en la boca. Por lo tanto, es mejor para los jueces enjuagar la boca entre las cervezas y limpiar sus paladares con pan o galletas sin sal (EBY, 1993; Palamand, 1993).

Por supuesto, como ocurre con el sentido del olfato, la habilidad de un juez para detectar sabores en la cerveza puede resultar inútil a menos que el juez sepa comunicar con precisión y utilizando el vocabulario apropiado para comunicar la información obtenida. El sistema Meilgaard (1993) de categorización de sabores presentes en la cerveza incluye 6 categorías generales (plenitud, boca, amargo, salado, dulce y agrio) y consta de 14 sabores que pueden estar presentes en la cerveza. Los jueces deben mejorar continuamente sus capacidades para detectar los sabores que se encuentran en la cerveza, su capacidad para utilizar las palabras adecuadas para describir las percepciones, y su conocimiento de las fuentes de los sabores de manera que los cerveceros puedan disponer de información precisa y comentarios en relación con la forma de mejorar las recetas y sus procedimientos de elaboración de cerveza.

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